Chabuca Granda
MISA PERUANA, MISA CRIOLLA DE BODAS
1969
TEMAS:
01. Introito (Me llegaré) - Eva Ayllon & Daniel Moscol & Coros
02. Kyrie y Gloria - Javier Luna Elias & Coros
03. Credo - Lucy Aviles & Daniel Moscol & Coros
04. Ofertorio (Quizás un día así) - Eva Ayllon & Coros
05. Sanctus - Daniel Moscol & Coros
06. Padre Nuestro - Coros
07. Agnus Dei - Lucy Aviles & Javier Luna Elias & Coros
08. Comunio - Eva Ayllon & Coros
09. Deo Gratias - Javier Luna Elias & Coros.
CONTRAPORTADA
Sabemos bien que la historia de la Misa Criolla se remonta al pedido de Teresa Fuller Granda para que su madre le compusiera una misa de bodas. De ese modo y manteniendo a su hija en la ignorancia, la compositora pasó la segunda parte de 1968 escribiéndola para que se estrenara el 16 de enero de 1969, día en que Teresa contraía nupcias. Todas las canciones, entonces, fueron compuestas para Teresa y recorren diversos ritmos costeños. El único tema que se rescato del pasado fue " Quizás un día así ", que apareció una década antes en el LP "Limeñísima", y se adapto con muy afortunados resultados para el Ofertorio. Además de esa historia oficial, hay varios puntos que terminan de construir la leyenda de la Misa. Aunque estaba satisfecha con el resultado, la propia Chabuca Granda la interpretó pocas veces. Su interés no estaba en cantarla ella misma; ya que en la versión que se grabó en Colombia en el mismo 1969 (como la que se llevo a cabo durante el matrimonio de Teresa), los que la cantan son los músicos que la acompañaban, encabezados por Lucho González y Caitro Soto. Chabuca rechazo ese disco porque no respetaron el orden de La Misa y se entró en una serie de litigios. Si bien la compositora retuvo sus derechos, no volvió a grabar su obra. Chabuca pensó en su creación para ser cantada, según Javier Luna, “por una voz y el pueblo”; es decir, como una pieza de música popular. Cuando ella misma la interpretaba, ya fuera con Lucho González, Félix Casaverde o Álvaro Lagos a la guitarra, los coros eran solamente los que hacia Caitro. La última vez que Chabuca la canto “oficialmente” fue con motivo del fallecimiento de Fernando Graña. El percusionista Eusebio Piti Cirio recordó años después que esa también fue la última ocasión en la que tocó junto a ella. Sabemos bien que la historia de la Misa Criolla se remonta al pedido de Teresa Fuller Granda para que su madre le compusiera una misa de bodas. De ese modo, y manteniendo a su hija en la ignorancia, la compositora pasó la segunda parte de 1968 escribiéndola para que se estrenara el 16 de enero de 1969, día en que Teresa contraía nupcias. Todas las canciones, entonces, fueron compuestas para Teresa y recorren diversos ritmos costeños. El único tema que se rescato del pasado fue Quizás un día así, que apareció una década antes en Limeñísima, y se adapto con muy afortunados resultados para el Ofertorio. Además de esa historia oficial, hay varios puntos que terminan de construir la leyenda de la Misa. Aunque estaba satisfecha con el resultado, la propia Chabuca Granda la interpretó pocas veces. Su interés no estaba en cantarla ella misma; ya que en la versión que se grabó en Colombia en el mismo 1969 (como la que se llevo a cabo durante el matrimonio de Teresa), los que la cantan son los músicos que la acompañaban, encabezados por Lucho González y Caitro Soto. Chabuca rechazó ese disco porque no respetaron el orden de La Misa y se entró en una serie de litigios. Si bien la compositora retuvo sus derechos, no volvió a grabar su obra. Chabuca pensó su creación para ser cantada, según Javier Luna, “por una voz y el pueblo”; es decir, como una pieza de música popular. Cuando ella misma la interpretaba, ya fuera con Lucho González, Félix Casaverde o Álvaro Lagos a la guitarra, los coros eran solamente los que hacia Caitro. La última vez que Chabuca la canto “oficialmente” fue con motivo del fallecimiento de Fernando Graña. El percusionista Eusebio Piti Cirio recordó años después que esa también fue la ultima ocasión en la que toco junto a ella.
REEDICIÓN 2005
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